Cuando nos enfrentamos a un nuevo proyecto de aprendizaje, son muchas las dudas sobre cómo vamos a abordarlo, ¿qué queremos enseñar? ¿en qué formato? ¿Quiénes son los participantes?.
En muchas ocasiones, cuando los encargos provienen de organizaciones, podemos disponer de un pequeño briefing a modo de toma de datos, a través del cual obtenemos información valiosísima para empezar a trabajar, consideramos imprescindibles tener respuesta, al menos, a estas 4 preguntas:
- ¿Quién va a recibir la formación?
- ¿Cuáles son los objetivos de aprendizaje?
- ¿Por qué necesita o desea esta formación?
- ¿Cuándo consideraría la organización y los participantes que esta formación ha sido un éxito?
No son siempre preguntas fáciles de contestar para los departamentos responsables de la formación de las personas en las Organizaciones, que ven cómo el nivel de especialización es cada vez mayor y por lo tanto más difícil conocer las necesidades formativas específicas de cada área de trabajo. Este, entre otros, es el motivo por el que es cada vez más habitual que la decisión de realizar una formación u otra recaiga en el usuario final, convirtiendo a los destinatarios de la formación en los propios preinscriptores o decisores de compra dentro de las organizaciones.
Esta tendencia hacía la especialización unida al gran abanico de posibilidades que hoy en día ofrece la formación (nuevos formatos, metodologías, aplicaciones o herramientas), hace necesario que cada proyecto de formación sea entendido y abordado como un proceso de diseño, el objetivo es crear experiencia de aprendizaje que las personas necesiten y deseen.
La metodología design thinking es una potente herramienta que pone en marcha proceso creativo, trabajando desde una filosofía Centrada en la persona y focalizada que acelera la generación de soluciones creativas dirigidas a resolver problemas reales de los usuarios.
1.- El punto de partida: “User-Centric Mindset”
Cuando nos enfrentamos a un nuevo desafío formativo, tenemos que tener claro en todo momento que nuestro objetivo no es diseñar servicios de aprendizaje, sino ofrecer soluciones capaces de resolver problemas reales que las personas encuentran en su desarrollo profesional, el giro fundamental es dejar de mirar sólo a nuestro producto y preguntarnos ¿que hace mi producto por el usuario?.
El primer paso para trabajar desde un “User Centric Mindset” es eliminar prejuicios e ideas preconcebidas y abrir la mente para comprender y empatizar profundamente con los usuarios a los que queremos trasladar el aprendizaje.
“Las preguntas que debemos formular no van sobre nosotros o nuestro producto, sino sobre las personas para las que resolvemos los problemas y su interacción con el producto”
2.- Las preguntas
A lo largo del proceso de diseño de cualquier experiencia de aprendizaje, debemos de ser capaces de responder, al menos, a las siguientes preguntas:
- ¿Quién necesita o desea esta formación? ¿Qué se de esa/s personas? ¿Qué es importante para ellas?
- ¿Cuál es el problema que necesitan resolver? ¿Por qué cree que necesitan o desean esta formación?
- ¿Cómo se relacionan con mi producto o productos similares ? ¿Cómo viven esta experiencia?
- ¿Qué solución es la que mejor resuelve el problema? ¿Cómo debe ser la experiencia de aprendizaje para que realmente resuelva sus problemas o satisface sus deseos?
- ¿Cómo voy a saber si mi experiencia resuelve los problemas de las personas? ¿Cómo voy a mejorarlo?
3.- Design thinking: El proceso
La metodología design thinking se compone de 6 fases:
1. Entender cuál es el problema a resolver: No siempre tenemos claro cual es el verdadero problema a resolver, es clave una clara definición del problema, ¿Cuál es el verdadero problema? ¿Cuáles son los efectos y causas identificadas? ¿Qué (assumptions), supuestos o ideas preconcebidas tengo sobre estos problemas?
2. Comprender profundamente a los usuarios y su relación con mi producto: En esta fase debemos olvidar nuestras ideas preconcebidas y prejuicios sobre los usuarios e iniciar un proceso de comprensión profunda del usuario final y de su entorno, se trata de comprender las necesidades, deseos y problemas de los usuarios implicados en la solución que estamos buscando
3. Entender cuales son los problemas profundos que desean resolver (Insight): Descubrir cuales son las necesidades ocultas, construir insight (palancas accionables) sobre los que basar las primeras líneas de actuación.
4. Abrir la puerta a espacios y estados para la creatividad: ayudar a la mente a generar ideas diferentes, creativas y lo más importante, focalizadas en el problema: Una vez hemos diagnosticado las principales palancas sobre las que actuar, debemos generar espacios para la ideación. La preparación de las sesiones de creatividad en la que participan activamente el equipo de docentes, responsables de desarrollo de negocio y equipo técnico es la calve para que la creatividad fluya, y las sesiones de ideación sean útiles para la resolución del problema. La elección de la técnica y la selección de las personas clave para estas sesiones es la clave para conseguir el éxito.
5. Priorizar y definir las soluciones que mejor resuelven los problemas más urgentes de los usuarios: Todas las ideas valen, pero son pocas las que dan en el clavo y serán el punto de partida de experiencias realmente innovadoras. La pregunta clave es ¿Cuál de todas estas soluciones resuelve los problemas más urgentes del usuario final?
6. Prototipar y testear para mejorar continuamente el producto: Toda idea debe ser validad y testeada por el usuario final. Una experiencias de formación sólo adquiere vida cuando se activa en un entorno real a través de la interacción con usuarios reales, es en ese momento cuando veremos si nuestra solución es válida o necesita ser mejorada.